Lo prometimos y lo hicimos: bloqueemos todo


En el marco del paro nacional en solidaridad con el pueblo palestino y contra el genocidio, más de 20 mil personas manifestaron en Marghera, cerca de Venecia bloqueando por un día el puerto, de dónde cada día salen muchos contenedores con armas hacia el Estado genocida de Israel. Por todo el día miles y miles de manifestantes impidieron el pasaje a los camiones, las actividades comerciales quedaron paradas y en toda la ciudad hubo el tráfico congestionado por el bloque.

Bajo el lema “bloqueamos todo” más de 100 ciudad en toda Italia adhirieron al paro y salieron a la calle a manifestar: en Roma 100 mil personas ocuparon y bloquearon la estación "Termini", en Milán y Napoli más 50 mil personas también ocuparon y bloquearon las dos estaciones "Centrale". 50 mil personas también en Bologna ocuparon y bloquearon la autopista hacia Firenze. En Salerno, Trieste, Livorno, Genova y Civitavecchia, también fueron bloqueadas las actividades portuarias. Una multitud de personas salió a marchar en Torino, Padova, Bari y Palermo y otras ciudades más pequeñas.

En Venecia, después de la grande movilización al Festival del Cinema, las organizaciones sociales decidieron bloquear el puerto comercial respondiendo al llamado de los trabajadores portuarios de Genova que hace unas semanas dijeron que iban a bloquear todo si el Estado genocida de Israel iba a enfrentar o a parar la Global Sumud Flotilla.

A la 10 de la mañana en Marghera, donde salió la marcha hacia el puerto, ya eran miles de personas. Trabajadores, sindicados, activistas, migrantes, pero también muchísimos estudiantes. Y familias con niños cansadas de deber explicar cada día a sus hijos porqué nadie para este horror. Miles de personas que vinieron de todo el noreste de Italia, desde Padova, Vicenza, Schio, Trento, Brescia y más. Miles de personas determinadas que sabían que iban a hacer hoy: «lo prometimos y lo vamos a hacer, hoy bloqueamos todo» dijeron desde el megáfono los organizadores. Así fue.

Después de una media hora, la marcha llego a la entrada del puerto; 20 mil personas llegaron a decir, frente a la policía antimotines, que iban a bloquear por todo el día. Después de cuatro horas, los manifestantes pidieron de entrar y colgar la pancarta “Stop al genocidio” y cuando la manifestación avanzó la policía usó los hidrantes para desalojarlos hiriendo una decenas de manifestantes golpeados en los ojos.


Nadie retrocedió: jóvenes y ancianos unidos resistieron a la violencia de los policías acusándolos de ser cómplices con el genocidio en Palestina. Cuando la policía decidió parar los hidrantes los manifestantes se sentaron en la calle: el objetivo ya estaba conseguido: por todo el día nada entró y nadie salió del puerto. Lo que no hicieron los gobiernos cómplices, en particular el gobierno fascista de Italia, lo hicieron los ciudadanos.

Un país entero se paró cansado del genocidio y de las mentiras de los políticos. Un país entero que no hubo miedo de avanzar frente a los hidrantes y colectivamente ha decidido resistir a la violencia de la policía y hacer lo que es justo hacer. El pueblo lo sabe de que lado estar, Palestina libre desde el río hacia el mar.
Nuova Vecchia