En el “bosque” de Sherwood, con los “bandidos” del noreste de Italia que tratan construir nuevos mundos

Durante tres décadas en Padua, hay un lugar que en verano se transforma en el legendario bosque de Robin Hood: es el Sherwood Festival, que por un mes convierte el parqueo del estadio Euganeo en un importante lugar de encuentro entre los movimientos sociales y la población de la ciudad y de toda la región Veneto y más. Fue Radio Sherwood, la histórica emisora popular nacida en los años setenta del siglo pasado, a promover el festival, junto a los Centro Sociales del Noreste de Italia - herederos de los movimientos sociales autónomos - y muchas otras organizaciones y asociaciones sociales.

Cada año en mayo los “bandidos” de los bosques de Padua, Venecia, Treviso, Vicenza, Trento y Schio se reúnen en el parqueo del estadio Euganeo y por un mes construyen juntos, materialmente, este importante festival musical y cultural independiente donde hay espacio para la musica, la cultura, el arte pero también por los debates políticos y, como dicen los organizadores, buscando «acortar las distancias entre puntos de vista, tratando de indicar, entre las muchas contradicciones que está viviendo nuestra sociedad, otra forma de vivir, de estar juntos, de ver el mundo».

Las y los jóvenes de los Centros Sociales del Noreste son los primeros en llegar y tomar posesión del parqueo. Vacían los centros sociales de sus ciudades y llevan todo al parqueo dónde otros compañeros han cerrado el area y han empezado a poner las instalaciones electrica e idraulica. Este es un importante trabajo colectivo que permite a las y los jóvenes de construir la comunidad política, viviendo juntos días de trabajo y noches de charlas, amores y descanso. Cuando todo está listo y las estructuras preparadas, las y los compañeros de cada ciudad se mezclan: quien trabaja en pizzeria, quien en la “hostaria”, quien en la crepería o en el bar, quien es referente de la entrada y quien del templete, quien de la librería o de la comunicación. Cada una y uno siguiendo sus pasiones, sus capacidad, su formación y, por supuesto, su amor.

El Sherwood Festival antes de todo es un evento musical porqué “if I can’t dance, it’s not my revolution”, como dijo la activista feminista y anarquista Emma Goldman. En el bosque rebelde pasaron entre los más importantes artistas italianos e internacionales. Los nombres internacionales conocidos son muchos, entre ellos Manu Chao, The Prodigy, Alice in Chains, NO FX, Die Antwoord, Public Enemy, Sepultura, Fatboy Slim, The Flaming Lips, Pat Metheny, Mogwai, Cypress Hill, Ska-P. Gogol Bordello, Sinéad O’Connor, Chumbawamba, Anita Tijoux.

Pero el Sherwood Festival es muchos más de un sencillo festival de música. Cada año en el escenario suben personajes politicos, intelectuales, culturales que hablan de los temas de actualidad política. Por ejemplo, hace unos años subió al escenario la Comandanta curda de la YPJ Nessrin Abdullah hermanando la lucha del Rojava con las y los compas del festival. Pero también subieron al escenario filosofos como Toni Negri a quien es dedicado el festival este año a pocos meses de su partida, recordando una de sus citas favoritas: «la mejor vida social es la vida conducida colectivamente, la vida común».

En época de cambios climáticos no puede faltar una mirada atenta a la ecología. Desde 2018 el festival ha activado una campaña para reducir el consumo de plastico y de basura que un evento tan grande puede producir. El objetivo es ambicioso: convertir el evento en un festival “clima positivo” par el 2030, capturando más dióxido de carbono (CO2) del que emite, tratando de dejar un mundo mejor de lo que encontramos. Más, con WOWnature el Festival ya ha plantado más de 300 árboles en las zonas periféricas de la ciudad de Padua, y a lo largo de las orillas del río Brenta para preservar sus aguas cristalinas que la alimentan todos los días.

Otra importante iniciativa en tema ecologico concierne el plastico, un material que es muy contaminante y difícilmente biodegradable. Por esto el Festival lo eliminó: los vasos son en PLA, ácido poliláctico derivado de un azúcar natural que se extrae del maíz. Los vasos de café, en cambio, son de papel y PLA. Los platos, incluidos los de pizza y las bandejas para fritos, serán de pasta de celulosa, también biodegradable y no contienen PFAS. En fin, también las botellas de agua son en PLA.

Desde este año hay otro tema importante, lo de la seguridad de las mujeres. En el último año se han cometido dos feminicidios cerca de Padua que han sacudido a la opinión pública. Así que las y los activistas decidieron abrir el “Punto Fucsia”, porqué el festval pueda ser «un espacio inclusivo y seguro, donde cualquiera pueda sentirse cómodo», donde «no se toleran comportamientos o actitudes discriminatorias, racistas, sexistas y homofóbicas». Además de ser un espacio físico dentro del festival, también se ha activado un número de teléfono para pedir ayuda en caso de necesidad urgente.

El esfuerzo de las y los activistas es ser consecuentes con las luchas y batallas que se llevan a cabo a lo largo del año. Un esfuerzo que parece verse recompensado por la participación en constante crecimiento, año tras año.

«Con más de 150.000 usuarios - escriben en la página de presentación del festival - solo en la última edición, el festival de Sherwood es uno de los eventos más largos y visitados de Italia: cada verano, durante 30 días, transforma un aparcamiento en un espacio vivo, palpitante, libre, una ciudad dentro de la ciudad. Uno de los eventos independientes más ricos en cuanto a música y cultura, donde la música, la cultura, el deporte, la sociabilidad y los debates se mezclan y entrelazan para construir, junto a los numerosos colaboradores voluntarios, algo especial e no reproducible».

Así, luchando en las calles y bailando en el parqueo, las y los rebeldes del bosque de Sherwood construyen nuevos mundos. Sí, luchando y bailando, porqué sin baile no hay revolución.

Por más información: Sherwood Festival.


Nuova Vecchia