Elecciones europeas en Italia, en la ola de la ultraderecha, alumbra la brújula del antifascismo

El pasado fin de semana en Italia y en Europa hemos votado por elegir los nuevos representantes del Parlamento Europeo. Como ya era previsible, la ultraderecha avanzó en muchos de los Países de la Unión aunque si esta victoria no va a cambiar los equilibrios y las alianzas en el Parlamento. Las únicas notas interesantes de esta ronda electoral fueron en Italia donde los activistas Mimmo Lucano y la antifascista Ilaria Salis, ambos candidatos con la Alianza Verdes e Izquierda fueron elegidos. Por Ilaria Salis esto significó consiguir la posibilidad, una vez proclamada diputada, de ser liberada da la prisión domiciliaria en Hungría donde esta encarcelada desde más de un año para haber golpeado un fascista. Aquí un resumen de los resultados y un comentario sobre lo que ha significado esta elección.

En toda Europa avanza la ultraderecha: en Francia Rassemblement National de Marine Le Pen es el primer partido con el 31%. Frente a este resultado el Presidente Macron decidió disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones parlamentarias para el 30 de junio y el 7 de julio. Ultraderecha fuerte también en Alemania donde AfD es el segundo partido con el 15,8% detrás del partido centrista conservador CDU. En España gana el PP aunque el PSOE está cerca. Todavía crece también la extrema derecha de Vox que ha obtenido casi el 10%. La llamada “derecha sovranista” triunfa también en Austria y Hungría.

Estos son los principales resultados en Europa. Como decía antes, el crecimiento de la ultradercha es preocupante en una Europa que parece aún más en crisis pero no logra cambiar los equilibrios de las alianzas en el Parlamento europeo dónde podría haber el segundo gobierno de Ursula Von der Leyen: los tres grupos de derecha EPP, ECR e ID no obtienen suficientes escaños (serían 315 de un total de 720) para descarar a la gran coalición de centroizquierda EPP+S&D+Renew (que tendría 403). Muy importante de tener en cuenta es la participación que se quedó al 51%, un dato bastante esclarecedor de la crisis de las instituciones europeas.

En Italia pasó algo similar a los principales estados de Europa con una participación bajo el 50% y con el partido de gobierno de la fascista Giorgia Meloni que obtuvo el 30%. Detrás hay la izquierda neoliberales del PD, el populista M5S, Forza Italia y la ultradercha de la Lega de Salvini. Pero el resultado más importante lo obtuvo la Alleanza Verdi Sinistra (AVS) con casi el 7% y sobretodo con la elección de Ilaria Salis, la antifascista italiana que desde hace más de un año esta encarcelada en Hungría acusada de homicidio frustrado por haber pegado un fascista en Budapest.

La historia de Ilaria Salis es una historia de represión, de abusos y de injusticia. Maestra de la primaria originaria de Monza, Ilaria es detenida a Budapest en el febrero 2023 porqué habría estado involucrada en algunos ataques contra militantes de extrema derecha. Ilaria es detenida junto a otros dos ciudadanos alemanes y acusada de violencia y lesiones. Unos meses después, en junio de 2023, el juez rechaza la primera instancias por obtener el arresto domiciliario en Italia. En noviembre del año pasado, la Fiscalía pide la pena de 11 años de prisión.

En enero de este año la historia de Ilaria se hace popular después de su denuncia: «Me tratan como a una bestia con una correa. Desde hace meses estoy atormentada por las picaduras de chinches en la cama, el aire es poco, solo el que se filtra por la mirilla». Unas semanas después empieza el proceso e Ilaria es conducida en tribunal con esposas y cadenas de pies, hecho que hacen protestar activistas y compañeros por el maltrato. El gobierno de Meloni no hace nada por defender los derechos humanos violados de la Fiscalía húngaro y así en marzo el juez niega otra vez la prisión domiciliaria porqué «las circunstancias no han cambiado» y «13 meses de prisión no son muchos». Al final, en abril, la AVS decidió candidar Ilaria a las elecciones europeas para «proteger los derechos y la dignidad de una ciudadana europea».

Su elección es sin duda una gran victoria porqué una antifascista fue rescatada de la cárcel. Es una respuesta fuerte a la derecha que avanza, una respuesta de los de abajo que utilizan las viejas y casi siempre inútil instituciones para defender una compañera antifascista y así defender los ideales antifascistas. Y sus primeras palabras dicen claramente eso: «El antifascismo, además de un valor humano y una perspectiva política, es también una comunidad resistente y solidaria. Hemos demostrado que la solidaridad no es un eslogan vacío, sino algo concreto y tangible. Una potencia que, si lo creemos y si queremos, realmente puede mejorar el mundo. Mientras las derechas radicales avanzan en toda Europa, es necesario luchar para cambiar radicalmente el estado de las cosas presentes. Estoy listo para hacer mi parte. ¡Esta fuerza colectiva y valiente que se ha manifestado hacia mí, debemos ser capaces de fortalecerla y difundirla en todas partes, en Italia, en Europa y en el mundo entero!»

Una historia similar de victoria frente a la brutal represión de la derecha es aquella de Mimmo Lucano que sufrió la venganza de los partidos de derecha italianos para haber mostrado al País que sí era posible acoger a los migrantes procedentes de Africa. Lucano fue por muchos años alcalde del pequeño pueblo de Riace, en la región de Calabria, y allí, frente a la masiva llegada de migrantes en la costa, organizó un sistema de acogida che fue un ejemplo positivo no solo por Italia sino por toda la Europa que buscaba defender sus fronteras. Después de muchos años, Lucano fue acusado de abuso de oficio y complicidad en la inmigración ilegal y, en primer grado fue condenado a 13 años de prisión y obligado a dejar el cargo de alcalde. Pero en el segundo grado, fue absuelto demostrando que las acusaciones tenían un motivo político por su trabajo en la integración de los migrantes.

Como Ilaria Salis, Lucano decidió candidarse con AVS en Europa pero también se presentó otra vez para el cargo de alcalde de Riace y logró ganar en ambas. La revancha de un hombre justo que siempre actuó por el pueblo. Así comentó su victoria en los medios italianos: «Es una emoción indescriptible, para mí es la cuarta vez esta, quizás la más bella, la más sufrida porque es una victoria que proviene de una historia de sufrimiento, de resistencia», dijo Lucano que finalizó con una esperanza: «la derecha avanza en Europa pero la izquierda avanza desde Riace. Este es mi mensaje: desde las periferias de Italia es posible una esperanza para Europa y para el mundo».

Estas elecciones no dicen nada que ya no sabíamos: Europa está en crisis y hay una saldadura entre derecha extrema y moderada que sigue avanzando. «Somos conscientes - escribe en su editorial el medio independiente y popular Global Project - de estar en medio de un ciclo reaccionario, de vivir el drama de una guerra global mutante que se entrelaza con la transición hegemónica más incierta de la historia de la humanidad, de haber perdido hace tiempo el último tren que nos permitía frenar los efectos de la crisis climática». Rechazo a la guerra y a la crisis climática son los campos de batalla de los movimientos sociales que saben por cierto de no tener aliados en la izquierda socialdemócrata dónde sus representantes son alineados con los dictamen capitalistas que quieren guerras y apoyan el “green deal”, quizás las más grandes operación de “greenwashing” que el mundo haya conocido. «Por lo tanto - escribe siempre Global Project - el voto a Ilaria Salis puede verse como un intento de dar soplados de oxígeno a proyectos políticos inconsistentes».
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